
Bidet y hemorroides: ¿qué tienen que ver?
Share
El bidet y las hemorroides están directamente relacionados cuando hablamos de cuidado y alivio. Si bien el bidet no causa hemorroides, sí puede ayudar a prevenir que se agraven y aliviar sus síntomas. Al limpiar con agua, sin fricción ni contacto directo, el bidet reduce la irritación, el dolor y el riesgo de infecciones que empeoran esta condición.
¿Qué son las hemorroides y por qué aparecen?
Las hemorroides son venas inflamadas en el ano o recto. Su origen está principalmente en hacer mucha presión al defecar, especialmente cuando hay estreñimiento. También pueden haber componentes genéticos que hagan que algunas personas sean más propensas a generar hemorroides que otras.
También pueden aparecer por:
- Permanecer sentado en el WC por mucho tiempo.
- Embarazo y postparto.
- Carga genética o envejecimiento.
- Dieta baja en fibra.
Aunque el papel no las origina, sí las empeora, ya que raspa una zona que ya está inflamada y sensible, generando rotura de las venas, sangrado y en muchos casos infecciones que pueden llevar a cuadros mucho más complejos y difíciles de tratar.
El papel empeora lo que ya está inflamado
Usar papel seco sobre una hemorroide es como pasar lija sobre una herida.
No solo no limpia bien, sino que puede romper la piel, causar sangrado, agravar la inflamación y dificultar la cicatrización.
Peor aún si usas papel con perfumes, colores o texturas ásperas.
El roce, la fricción y los químicos solo suman daño.
Cómo ayuda el bidet
El bidet limpia con agua a presión moderada, sin necesidad de contacto. Eso significa:
- No hay fricción.
- No hay residuos.
- No hay dolor al limpiar la zona.
Varios estudios han encontrado que el bidet puede ser tan efectivo como un “baño de asiento”, comúnmente recomendado para tratar hemorroides, pero con la ventaja de ser más práctico y cómodo.
Además, se ha demostrado que usar un bidet con agua fría en niveles bajos de presión puede reducir la presión en el canal anal, algo fundamental para aliviar el dolor y promover la recuperación.
¿Fría o caliente? La temperatura importa
- Agua fría: ayuda a la vasoconstricción, es decir, contrae los vasos sanguíneos y reduce la inflamación. Muy útil en casos agudos.
- Agua tibia: alivia el malestar, mejora la circulación y puede tener un efecto similar a los baños de asiento.
Evita el agua muy caliente, ya que puede dilatar más las venas y agravar la inflamación.
¿Y si tengo fisuras anales?
El bidet también puede ser útil en esos casos. Las fisuras son pequeñas heridas en el canal anal que duelen y dificultan la higiene. El uso de agua fría y presión controlada puede romper el círculo de dolor, tensión y más daño, ayudando a aliviar los síntomas sin generar nuevas lesiones.
¿Puede el bidet empeorar las hemorroides?
Solo si se usa mal.
- Presión demasiado alta: puede irritar.
- Agua muy caliente: puede inflamar más.
- No secarse bien: puede generar humedad e incomodidad.
Pero usado correctamente, el bidet no las causa, no las empeora y puede ayudar mucho a sobrellevarlas.
¿Y si estoy en plena crisis hemorroidal?
También puedes usarlo. De hecho, es cuando más lo vas a agradecer. Solo recuerda:
- Usa presión suave.
- Prefiere agua fría o tibia, nunca caliente.
- Sécate con una toalla personal, suave y sin frotar.
Alivio real desde el baño
El bidet no reemplaza el tratamiento médico si tienes hemorroides graves, pero sí puede ser una parte clave del cuidado diario.
Ofrece una forma de limpiarte sin dolor, sin fricción, sin empeorar lo que ya está inflamado.
Es higiene bien hecha. Y en momentos así, se nota la diferencia.