¿Cómo secarse después de usar un bidet?

¿Cómo secarse después de usar un bidet?

Una vez que el agua ha hecho su trabajo, toca la parte final del proceso: secarse. Y aunque parezca una duda menor, es una de las preguntas más comunes entre quienes están empezando a usar bidet. ¿La respuesta corta? No necesitas volver al papel.

El papel higiénico y el agua no se llevan bien. Al estar mojado, el papel se deshace fácilmente, dejando restos en la piel y anulando el beneficio principal del bidet: la limpieza profunda y sin fricción. Por eso, usar papel para secarse termina siendo incómodo, poco higiénico y hasta contraproducente.

La mejor opción es tener una toalla pequeña dedicada solo para esto. Puede ser una toalla de mano, idealmente suave, que uses únicamente para secarte después de usar el bidet. Es una solución sustentable, cómoda y mucho más efectiva. Basta con apoyar la toalla suavemente, sin frotar, para eliminar el exceso de agua.

Otra opción válida —si estás en casa y tienes tiempo— es dejar que la zona se seque al aire. Es completamente natural, evita cualquier tipo de roce y mantiene la piel limpia y libre de residuos. Puede parecer inusual al principio, pero muchas personas lo prefieren por comodidad.

Si te preocupa la higiene de la toalla, el consejo es simple: cámbiala con frecuencia, igual que lo harías con una toalla de manos. Puedes tener dos o tres en rotación para que siempre haya una limpia disponible.

Para visitas o espacios compartidos, algunas personas prefieren tener papel disponible como opción secundaria, pero aclarando que el bidet ya hizo el trabajo difícil. Incluso en esos casos, basta con una pequeña cantidad para secarse, lo que reduce drásticamente el consumo total.

Después de usar un bidet no deberías volver a depender del papel. El secado puede ser con toalla, al aire o con una mínima cantidad de papel si no queda otra opción. Pero una vez que pruebas la sensación de limpieza total, cualquier otra cosa te va a parecer innecesaria.

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