
Diferencias entre los bidets antiguos y modernos
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La diferencia principal entre los bidets antiguos y los modernos está en el diseño, la comodidad y la facilidad de instalación. Mientras que los antiguos eran aparatos cerámicos separados del WC que requerían espacio y remodelaciones, los modernos se instalan directamente en el inodoro y permiten una limpieza más precisa, higiénica y práctica. Por eso hoy los bidets se adaptan a casi cualquier baño sin perder efectividad.
Evolución del diseño
El bidet clásico, ese de cerámica que se encontraba al lado del inodoro, necesitaba un baño grande y una instalación con cañerías adicionales. Funcionaba con un chorro que salía desde el centro, apuntando hacia arriba. El usuario debía subirse como si fuese una bicicleta y esperar que el chorro llegara donde debía. Era funcional, sí, pero poco práctico.
Los modelos actuales cambiaron completamente esa experiencia. Ahora el bidet se adapta directamente al WC, como un accesorio delgado que no se nota a simple vista. No requiere obras, ni espacio extra. Solo se instala bajo la tapa, y listo.
Diferencias en el uso
Antes, no se podía regular mucho más que la llave del agua. El ángulo era fijo, y la presión dependía del flujo que saliera por la cañería. Había poco control y muchas veces eso terminaba en salpicaduras o incomodidad.
Con un bidet moderno, el control está en tus manos. Literalmente. Puedes ajustar la presión girando una perilla, y dirigir el agua a tu gusto. Puedes limpiar la boquilla del bidet ya que varios incluyen esa funcionalidad para mayor higiene.
Compatibilidad con baños pequeños
Un bidet tradicional solo podía instalarse si había espacio físico disponible. Hoy, ese problema desapareció. Cualquier WC que permita sacar la tapa y tenga la conexión de agua visible puede incorporar un bidet.
Además, al no necesitar electricidad ni acceso al agua caliente, los bidets actuales son mucho más versátiles y adaptables. Incluso baños muy antiguos o estrechos pueden incorporar uno sin mayor problema.
Beneficios actuales que antes no existían
- Más precisos: el ángulo del agua en los modelos actuales está pensado para llegar exactamente donde se necesita. Los antiguos usaban un chorro vertical difícil de controlar.
- Más cómodos: no necesitas cambiar de artefacto. El bidet se instala en el mismo WC.
- Más seguros: menos riesgo de salpicaduras o errores de uso. Además, muchos incluyen sistema de autolimpieza de la boquilla.
- Más adaptables: se instalan fácilmente sin obras, incluso en baños pequeños o antiguos.
- Más estéticos: los accesorios bidet son delgados, discretos y no alteran la estética del baño.
Hoy el bidet ya no es un lujo, ni una rareza. Es una mejora práctica para cualquier baño sin complicaciones. Y una vez que lo pruebas, no hay vuelta atrás.