¿Qué usar en vez de papel higiénico?

¿Qué usar en vez de papel higiénico?

La mejor alternativa al papel higiénico es lavarse con agua usando un bidet. Es más limpio, más ecológico, más saludable y más barato -la inversión que requiere un bidet puede ser muy baja y se paga en un par de meses de dejar de usar papel-. A diferencia del papel o sus variantes, el bidet lava en lugar de esparcir la suciedad, y lo hace sin dañar tu piel ni generar residuos.

Papel higiénico: común, pero poco efectivo

El papel es lo más usado, pero no lo más lógico.

  • Solo mueve la suciedad de un lado a otro.
  • Es medianamente caro: hay que comprarlo todos los meses.
  • Es poco ecológico, ya que requiere talar árboles y usar miles de litros de agua para producirlo.
  • Y daña la piel: raspa, irrita, empeora hemorroides y fisuras.

Usarlo todos los días es costumbre, no sentido común. ¿Te acuerdas cómo escaseaba durante la pandemia? Con un bidet te reirías de la situación en vez de preocuparte.

Toallitas húmedas: limpian más, pero son peores en todo lo demás

Las toallitas limpian mejor que el papel, eso es cierto. Pero:

  • Son muy caras en comparación.
  • Están cargadas de químicos que pueden alterar el pH de la piel y provocar irritaciones, dermatitis y otros cuadros dermatológicos.
  • Y aunque muchas dicen ser “biodegradables”, casi ninguna realmente cumple: contaminan el agua, tapan cañerías y dañan los sistemas de alcantarillado.

Papel de bambú: buena intención, mismos problemas

Es cierto que el papel de bambú es más ecológico que el papel tradicional, porque no requiere talar árboles. Pero más allá de eso:

  • No limpia mejor.
  • Es más caro que el papel normal.
  • Y raspa igual. No protege ni mejora tu piel.

Cambias el origen del papel, pero no el problema central: sigues esparciendo, no limpiando.

El bidet: limpio, ecológico y sin daño a tu piel

El bidet es la única opción que:

  • Limpia de verdad, con agua.
  • No daña tu piel, porque no hay fricción ni químicos.
  • No genera residuos.
  • Es mucho más barato, se paga en un par de meses.

Solo requiere una inversión inicial, que se paga sola en pocos meses si la comparas con el gasto en papel. Luego, el uso diario cuesta prácticamente nada: el consumo de agua es mínimo.

Y después de usarlo, solo hay que secarse con una toalla pequeña y personal. Nada más.

Entonces, ¿qué usar en vez de papel?

Papel, toallitas o bambú: todos son intentos de mejorar algo que parte mal desde el principio.

La solución real es cambiar de lógica: lavarse en vez de esparcir.

Y para eso, no hay nada como el bidet.

Tu cuerpo se va a sentir más limpio, tu piel va a estar más sana, y tu bolsillo (y el planeta) te lo van a agradecer.

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