¿Cuáles son los beneficios de usar un bidet?

¿Cuáles son los beneficios de usar un bidet?

Usar un bidet tiene múltiples beneficios: mejora tu higiene, cuida tu piel, te hace gastar mucho menos en papel (si usas una toalla de mano para secarte gastas cero pesos en papel), es mejor para el planeta y, además, se instala en minutos. Cambiar el papel por agua no es solo una moda: es una decisión lógica que transforma tu día a día desde el baño, porque el agua limpia y el papel solo esparce.

Higiene real: limpia de verdad

El beneficio más evidente: el bidet limpia con agua, no con fricción. El papel higiénico solo esparce la suciedad y deja restos. El bidet elimina por completo la suciedad, como cuando te duchas.

Así de simple: agua limpia, papel esparce. Y una vez que lo pruebas, no hay vuelta atrás.

Tu piel lo agradece

¿Sabías que el papel irrita, raspa y hasta puede causar heridas y fisuras? Sumado al roce constante y los químicos de algunas toallitas húmedas, no es raro que muchas personas sufran de picazón o dolor al ir al baño.

El bidet, en cambio, no toca tu piel. El agua es suave, no tiene químicos y no genera fricción. Además, es ideal para personas con piel sensible, adultos mayores, mujeres embarazadas o en recuperación postparto.

Sensación de frescura total

Además de limpio, uno se siente fresco. El agua deja una sensación imposible de lograr con papel. Esa frescura no es solo agradable: es la diferencia entre salir del baño incómodo… o salir como nuevo.

Ahorro económico (y no menor)

El papel higiénico no es barato. Mes a mes, suma y suma. Para una familia de 4 personas, el gasto anual puede superar los 200 mil pesos fácilmente.

Con un bidet, haces una inversión inicial comparable al gasto de un par de meses de papel. Luego, el costo de uso es prácticamente nulo: menos de 1.000 pesos al año en agua.

El bidet se paga solo en pocos meses.

Cuidar el planeta desde el baño

Producir papel higiénico requiere árboles, agua, energía y químicos. Todo para algo que se usa por segundos y se desecha.

Con un bidet:

  • No se talan árboles.
  • No se generan residuos.
  • Se usa mucha menos agua (500 cc por uso = 1 peso).

Es una decisión pequeña con un gran impacto ambiental positivo.

Para todas las edades y cuerpos

El bidet es recomendado para todo el mundo, sin embargo es ideal para personas que necesitan una higiene más cuidadosa:

  • Adultos mayores que tienen movilidad reducida.
  • Personas en silla de ruedas o con lesiones.
  • Mujeres embarazadas o en etapa postparto.
  • Personas con hemorroides, fisuras u otras molestias anales.

No solo es más suave: es más práctico cuando moverse o limpiarse con papel se vuelve incómodo o doloroso.

Se instala en minutos

No necesitas un gásfiter ni remodelar el baño. Los bidets autoinstalables modernos se conectan al WC en menos de 10 minutos.

Y su uso es igual de simple: giras una perilla, sale el chorro, te limpias, te secas con una toalla… y listo.

Más higiene, menos contacto

Con el papel, hay contacto. Con la ducha higiénica, hay que meter la mano al WC. Con el bidet, no.

El chorro sale desde dentro del WC, directo a donde tiene que ir, sin tocar nada. Esto evita salpicaduras, reduce la posibilidad de contaminación cruzada y mantiene todo más limpio. Además, bidets como Culify tienen un sistema de autolimpiado del spray de agua, entonces puedes lavar tu bidet antes y después de usarlo, para ser aún más precavido.

¿Y después? Solo tienes que secarte

Después de lavarte, solo queda secarte. Puedes usar una toalla pequeña personal, como la que usas para secarte después de la ducha, pero exclusiva para secarte donde no llega el sol. No se recomienda usar papel para secarse porque se deshace y se pegan restos a la piel.

Entonces, ¿por qué usar un bidet?

Porque es mejor en todo.

  • Limpia mejor que el papel.
  • No daña la piel.
  • Gasta menos.
  • Contamina menos.
  • Y se instala fácil.

No es un lujo. Es sentido común.

Tu poto se va a sentir mejor, tu billetera también. Y el planeta, ni te cuento.

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