¿Por qué desapareció el bidet en Chile?

¿Por qué desapareció el bidet en Chile?

El bidet tradicional desapareció en la mayoría de los hogares chilenos por una combinación de factores: falta de espacio en los baños modernos, cambios en el diseño arquitectónico y una cultura que adoptó el papel higiénico como única solución de higiene. Lo que antes era habitual en casas amplias, hoy se considera un lujo innecesario, principalmente porque se desconoce su verdadera utilidad, los beneficios para la higiene y la salud, y las consecuencias de usar papel.

El bidet clásico: ¿qué era y para qué servía?

Durante décadas, el bidet fue un elemento común en los hogares chilenos, especialmente en casas construidas hasta finales del siglo XX. Se trataba de una pieza de loza sanitaria instalada junto al WC, que permitía una limpieza más profunda e higiénica después de ir al baño. Su uso era común en países europeos y sudamericanos, y se valoraba especialmente para la higiene femenina y el cuidado personal.

¿Por qué dejó de instalarse en los baños?

A partir de los años 90, el diseño de viviendas cambió radicalmente. Los departamentos comenzaron a construirse con baños más pequeños, donde cada centímetro contaba. En ese nuevo esquema, el bidet fue uno de los primeros elementos en ser eliminado: ocupaba espacio, requería una segunda conexión de agua, y no se consideraba esencial, sumando además todos los costos adicionales asociados a su instalación.

Además, la cultura del papel higiénico ya se había instalado con fuerza. Como casi nadie cuestionaba su uso ni hablaba abiertamente sobre higiene anal o íntima, el bidet pasó a ser percibido como algo antiguo, incómodo o innecesario. Su uso dejó de enseñarse, y con el tiempo, simplemente se olvidó.

El papel higiénico: el reemplazo silencioso

La industria del papel higiénico logró posicionarse como la opción estándar a nivel mundial. A través de publicidad, disponibilidad en supermercados y un fuerte componente cultural, se consolidó como la “única” forma de limpiarse. Sin embargo, pocas personas se detenían a pensar en la efectividad real del papel o en los problemas de salud e irritación que puede causar su uso diario.

¿Por qué el bidet está volviendo?

En los últimos años, el interés por alternativas más higiénicas, ecológicas y modernas ha crecido. La pandemia del COVID-19 hizo que muchas personas reconsideraran sus hábitos de limpieza. Nuevas generaciones están dispuestas a romper el tabú del baño, y buscan opciones que mejoren su bienestar.

El bidet nunca fue el problema. El problema fue olvidarlo.

El bidet no desapareció porque no sirviera. Desapareció porque se dejó de hablar de él. Porque nadie nos explicó sus beneficios. Hoy, gracias a los accesorios bidet, podemos recuperar esa limpieza profunda y esa sensación de frescura sin complicaciones ni obras. Y esta vez, parece que llegó para quedarse.

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